ORIGEN DEL NOMBRE DE ARROYO

Se cuentan cuatro versiones acerca del origen de nuestro pueblo. Veamos:
1.    Algunas personas opinan que Arroyo comenzó como un caserío indio en el lugar que hoy recibe el nombre de barrio Pitahaya. Aquí se encontraron caracoles y piedras laboradas por los indios.
2.    Otros señalan que varias personas de negocio procedentes de Guayama, estaban buscando un buen puerto para recibir y traer mercancías. Por esta razón, se cree que ellos brindaron muchas facilidades a ciertas personas para que vinieran a vivir en el lugar conocido la Playa.
3.    Otros cuentan que varios pescadores del Bajo de Patillas se mudaron para la playa de Cangrejos por la abundancia de peces en el lugar. Allí construyeron ranchos y bohíos a poca distancia del mar.
4.    Una cuarta versión sostiene que en el sitio donde se encuentra las ruinas de la iglesia vieja es el lugar de origen de la fundación de Arroyo. Algunas personas cuentan que cerca de lugar donde se construyó lo que hoy conocemos como la Iglesia Vieja, había un pequeño puente de madera conocido como Boquita de Arroyo. Debajo de ese puente pasaba un arroyuelo, donde las personas que viajaban se paraban a descansar. En este lugar tomaban agua dulce ya que las otras aguas cercanas eran salobres. Así el sitio cobró fama por su agua. Por uso y costumbre se le llamó al lugar “El Arroyo”. Por eso decimos que el nombre de nuestro querido pueblo se heredó por tradición.

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FUNDACIÓN DE ARROYO:
Arroyo inicia su historia como barrio de la municipalidad de Guayama. Nuestro pueblo se fundó en el año 1855. Pero mucho antes de esta fecha ya existían todas las buenas condiciones necesarias para que el barrio de Arroyo se convirtiera en municipio. Arroyo en sus principios era un territorio constituido de una pequeña población de pescadores honrados y trabajadores. Estos vivían en ranchos a corta distancia de quebradas y tres caños. En algunos sitios el mar se adentraba bastante. Con el tiempo, la población fue aumentada. Hubo necesidad de mejorar las condiciones del territorio. Se abrieron y se arreglaron caminos. También, se construyeron varios puentes. Todo esto se logró gracias a la ayuda de algunos vecinos, comerciantes y propietarios. En el 1853, Arroyo tenía una numerosa población y contaba con más de trecientas (300) casas. Tuvo además de la aduana y la capitanía del puerto, una escuela primaria, una carnicería, dos farmacias o botánicas y la iglesia. También Arroyo contaba con grandes, hacienda de caña y un destacamento militar. Para este mismo año se comenzó el alumbrado público con farolitos de gas. Además, se construyó una fuente de agua pública en el caño que nace a la entrada de la calle San Fernando, hoy la calle Marcelino Cintrón. Se les pidió a los vecinos que conservaran limpias las aguas y en buen estado la fuente. El agua se daba de gratis a todos que lo necesitaban en el vecindario. Un grupo de distinguidos vecinos y contribuyentes arroyanos hizo una petición al Gobernador y Capitán General de la Isla de Puerto Rico, don José Lemery. Ellos pidieron levantar como pueblo el barrio de su residencia. Le explicaron al Gobernador que en ese territorio existían las facilidades necesarias para la creación del pueblo de Arroyo.
Así, el 25 de diciembre de 1855, el párroco de Guayama, don Manuel Saturnino Robert se trasladó a Arroyo para tomar juramento a don Marcelino Cintrón Rodríguez, como primer alcalde de nuestro pueblo. Por fin ¡Arroyo se convierte en Municipio!
El pueblo celebró en grande este acontecimiento. Hubo bailes, carreras a caballo y en botes, juegos populares, parrandas y misas. Asó nació un pueblo que con sano esfuerzo habría de heredar el fruto de la buena semilla de la educación social, cultura y economía de la historia de Arroyo.